31. La isla misteriosa de Julio Verne.
Cada año, mis padres viajaban a México
mientras vivíamos mis hermanos y yo en Guatemala, al volver me traían libros.
Pocos tenían dedicatoria porque la más de las veces sólo compraban lo que les
recomendaba el vendedor. De ahí que todos los libros que me regalaron no tengan
dedicatoria, a excepción de 2. Uno de ellos es El Jardinero Fiel de John Le Carré que terminé casi al instante que
me lo dieron (y que tengo ganas de volver a leer luego de terminar El espía que surgió del frío, me di
cuenta que no estuve preparado para apreciar en su totalidad la obra).
El otro es La isla misteriosa, de Julio Verne. Pese a ser de esos autores
referentes que todo el mundo conoce y que a pesar de contar con una
bibliografía extensísima, siempre se
tiene las mismas 3 o 4 novelas en estantería. Mi padre escogió ésta a
conciencia y escribió una dedicatoria en la primera página y aquello me parece
un compromiso. La he empezado a leer un total de tres veces sin nunca
terminarla siempre por distintas circunstancias. Espero darle su lugar,
acomodada en horizontal en mi estantería.
También tengo Viaje al centro de la tierra pero nunca me ha atraído siquiera
empezarla.
32. La Reina de los Condenados de Anne Rice.
Cuando me gustaban los vampiros, Rice
estaba en la lista de esos autores que tenía que leer sí o sí (y a la fecha no
he terminado ninguna de sus novelas). A la par de las Crónicas Necrománticas me sentía obligado a leer las Crónicas Vampíricas pero con el tiempo
adquirí aversión a las sagas, perdí gusto por los vampiros y Anne Rice escribió
novelas sobre ángeles.
33. La rueda del tiempo de Robert Jordan.
Buscad en Wikipedia La rueda del tiempo, contad los personajes y los libros que
componen la saga. He aquí el principio de mi aversión por las sagas, incluso
trilogías.
Cuando empiezas a leer te emocionas y
quieres acabar con todo lo que cae en tus manos, casi como si fuera una
obligación. Solía investigar un libro antes o durante su lectura (de ahí que
leyera el spoiler sobre El planeta de los simios). Al empezar el
primer libro de La rueda del tiempo (el
ojo del mundo) no había visto aquella kilométrica extensión de 12,530 páginas
que componen la saga completa.
No quise echarme ese compromiso. Poco a
poco he ido superando el trauma, pero durante mucho tiempo he rehuido incluso a
las trilogías.
34. La semilla del diablo de Ira Levin.
Mi género literario favorito es el
terror.
Cuando navegaba por internet buscando
recomendaciones de novelas o preguntando en Yahoo! Respuestas siempre era
pensando en novelas de terror. La semilla
del diablo es de esas lecturas obligatorias que tengo que terminar, el
problema es que yo era joven y sentía la obligación de leer de noche,
completamente a oscuras. Me dañaba mucho los ojos.
35. La Torre Oscura II. La llegada de los tres de Stephen King.
Creía haber superado mi aversión a las
sagas cuando empecé ésta novela y resultó que aún no estaba listo (Nocturna de Guillermo del Toro fue quien
me sanó dándome la estrategia perfecta). Me gusta el universo que construye
Stephen King en la primera novela, me he leído los comics hasta el cuarto tomo
y estoy interesado en leer hasta el final la saga completa (a pesar de los
malditos spoilers que ya me sé). Pero
todo a su tiempo.
NOTA: Por si teníais duda, la estrategia
es no leerse dos libros de la misma saga en el mismo año.
36. Las cicatrices del viento de Francisco Martín Moreno.
Éste tiene dedicatoria.
No recuerdo que año corría pero era el
mes de agosto, yo acababa de adquirir dos libros de Martín Moreno: México acribillado y Las cicatrices del viento. Decidí
empezar a leer el segundo. Mi tío llegó de visita, como cada agosto, y me vio
leyendo; empezamos a hablar del autor, de otros libros que ha publicado y que
lo conoció una vez y que él tenía México
acribillado con autógrafo pero que le interesaba leer el que yo estaba
leyendo. Lamentablemente para él, la novela tiene más de 500 páginas y yo no
leía tan rápido en aquellos años.
Mi tío y mi tía dormían en mi cuarto
durante su estancia. Unos 15 días después se marchaban. Ese año se fueron antes
de que yo despertara y cuando me levanté había un enorme vacío en mi estantería.
Cabe mencionar que mi tío iba para Argentina, y se llevó también el separador.
Dos años más tarde me lo devolvió, pero
el separador no estaba y nunca seguí leyendo, ni siquiera me animé a leer México acribillado.
37. Las cuatro después de la media noche de Stephen King.
Luego de terminarme en una sola noche Déjame entrar de John Ajvide L., creí
que podría repetir el logro con una antología de cuentos largos del señor King.
Sólo terminé Ventana secreta, Jardín
Secreto y El policía de la biblioteca.
¡Pero los terminé! Considerando este top, es decir mucho.
38. Las joyas del templo I. La estrella Azul de Juliette Benzoni.
¿Cómo consigues que un entusiasta lector
compre cuatro libros en una sola sentada? Se los vendes al mismo tiempo con un
pequeño descuento.
Es una SAGA (sin comentarios) de novela pseudo-histórica o algo así, no
estoy seguro. No recuerdo hasta qué punto leí, me aburría, lo dejé y doné los
cuatro libros este año en el Día del
libro, en ese lote de 20 que ha aparecido en otros puestos.
39. Los miserables
de Victor Hugo.
Admiro a Victor Hugo. Me inspira.
¡Quiero ser Victor Hugo o nada!*
Pero los miserables era demasiado para
mí a los 17 años. Aún conservo el libro (Nunca consideraría donar un libro de
Victor Hugo a menos que sea a una persona especial en mi vida), pero no estoy
seguro de querer leerla.
Si alguien está interesado en mi Lista de deseos. Quiero Nuestra Señora de París ilustrada por
Benjamín Lacombe, ambos tomos, si no es mucho pedir. Gracias.
*De Los
Gigantes, la nueva biblioteca para todos: Victor Hugo de Editorial Prensa
Española:
«[Víctor Hugo] A
los catorce años, anotó en un cuaderno de colegio: “Quiero ser Chateaubriand o nada”. Chauteaubriand era en aquella
época el escritor francés más importante.»
40. Los príncipe demonio de Jack Vance.
¿Cómo le vendes un solo libro a un
lector entusiasta sin aplicarle descuentos? Haciéndole ver que en su interior
hay tres novelas.
Esta es una SAGA (me cago en sus muertos, putas sagas de mierda… bueno, ya
estoy empezando a cogerles gusto,
pero sed más conscientes de nuestras limitaciones socio-económicas). Pongo Los príncipes demonio en lugar de poner El rey estelar (primera parte de la
saga), porque lo que tengo es un libro que contiene las tres primeras novelas.
Y el interés sí está en terminarme el libro completo (la saga no creo, dependen
de que tanto me gusten la primera novela, y la segunda, y la tercera); pero
tampoco he sido nunca fan acérrimo del género. Pero un poco del inicio me
recordaba a la película El planeta del
tesoro y eso era bueno, me gustaba imaginarme la novela en un universo así,
con barcos espaciales en vez de naves.
¿Enterraríais alguna de estas novelas
para nunca tener que terminarla?
¿Padecéis un Trastorno
Obsesivo-Compulsivo y sois incapaces de dejar inconclusa una novela y
venderíais vuestra alma al diablo con tal de poder abandonar su lectura y pasar
a novelas que en verdad os cautiven el kokoro?
Dejad vuestros comentarios y compartamos
la culpa o dicha de no haber terminado.
Comentarios
Publicar un comentario
¿Te parece que la información está incompleta?
¿Quieres comentar algo ingenioso? Adelante.
La retroalimentación siempre es bienvenida: mencionar temas de interés o hacer una observación/crítica; incluso insultar (se requieren argumentos) o decir que soy guapo e inteligente (no se requieren argumentos).