21. El proceso
de Franz Kafka.
Tengo un altar de Kafka en mi cuarto.
Bueno, lo tendría si mis padres no fueran a pensar que aquello es raro. En el
altar pondría un ejemplar de cada uno de sus libros junto con cadáveres de
insectos aplastados entre las páginas. ¿A qué quiero llegar? No os metáis con Kafka.
La
metamorfosis es de las primeras novelas que leí y
fue un momento conmovedor (estaba triste por un mal de amores) a los 14 años.
Mi amor por Kafka precede a mi amor por los libros. Tenía una maestra de
español que no dejaba de mencionar La
metamorfosis. Todo en mi entorno se acomodó para que esta lectura fuese
trascendental. Un Hito en mi vida.
El
proceso está en mi lista de pendientes por obsesión, la
analizo, hay capítulos que releo una y otra vez y diría que la he vuelto a
empezar unas 5 veces sin llegar nunca al final. No sé qué me detiene. Como si
no quisiera saber el destino del pobre Joseph K. La recomiendo una y mil veces,
espero que no pase de este año para terminarla. El separador se quedó en la
página correcta.
22. El profeta de
Sholem Asch.
Compré este libro a una conocida que,
digamos, me estafó. Me prometió que era una versión original de un libro que yo
tenía con pleno conocimiento de ser un clon con una trascripción ejecutada con
pereza. Yo la habría transcrito mejor e incluso más rápido. Al final, el
ejemplar que me costó mucho dinero
por la promesa de que era una copia original de un libro que es difícil de
conseguir en México resultó ser un vil clon en distinto formato pero con la
misma burda y simple transcripción. Esto no tiene nada que ver con las razones
por las que dejé de leerlo, sólo quería que supieras que existe gente así, con
esos “escrúpulos”.
Me llevé la novela a Guatemala y la
estuve leyendo durante vacaciones. Pero es un tanto difícil de seguir, no es
esencialmente larga (302 páginas), pero se lee a trompicones. No he abandonado
la esperanza de terminarlo.
23. El señor presidente de Miguel Ángel Asturias.
Mi hermana me regaló esta novela junto
con El diccionario del Diablo de
Ambrose Bierce (otro a quién amo).
Es de esos libros que regalan en las
escuelas y que tienen actividades al final, sin ser una versión reducida.
Hace mucho leí un consejo, que se podía
terminar novelas en el baño. Escoger libros que debemos leer pero no estamos dispuestos a darle tiempo para
terminarlo. No recuerdo dónde leí eso, seguramente en Lecturalia, pero quien
escribía aseguró que así terminó el Quijote. Yo intenté terminar esta novela de
esa forma… no estoy dispuesto a negar el método, aún podría funcionar, ha
funcionado con otras novelas.
24. En carne viva
de F. Giroud; R.Pellejero.
Sinopsis: Una pareja de carniceros adopta a Tristan, un niño deforme que, frente a
la hostilidad de los demás, crece refugiándose en la pintura. Lleva un collarín
para esconder su malformación, y sólo se expresa con gestos. Las únicas mujeres
que lo miran como un ser humano son su madre y su tía, pero Tristan nota algo
raro en su actitud hacia él, que se irá confirmando con los años. A pesar de las
heridas de la vida, desgarrado por dentro y por fuera, Tristan lucha para
imponerse en la sociedad.
Cuando comencé a leer me la pasaba en
foros, blog y Yahoo Respuestas buscando recomendaciones de libros y novelas
gráficas. En algún momento me recomendaron En
carne viva y, maldita sea, me estaba gustando. ¿Qué pasó? Perdí el archivo y no me di a la tarea de volverlo a
descarga hasta entrar a la Universidad. Ya dije, el año que viene, será la
segunda que lea.
25. En las montañas de la locura de H. P. Lovecraft.
Lovecraft es, hoy en día, un autor
imperdible para los que disfrutamos el género del terror, el horror, el miedo.
Construyó un universo narrativo gigantesco junto con sus colaboradores de los
que miles de nosotros, neófitos aspirantes a escritor, recurrimos para
inspirarnos. Me gusta ese universo narrativo, esas criaturas, las
posibilidades.
Con el tiempo también ello ha influido
en mis historias, en mis ganas de hacer y participar en partidas de juegos de
rol de La Llamada de Cthulhu y de
más. Gracias a Lovecraft descubrí a Chambers, a Bierce, a Long. Si un
videojuego me lo venden diciendo que está ambientado/inspirado en el universo
narrativo de Lovecraft o tiene algo que ver con los Mitos, me tiene ganado.
Si hiciera una lista de videojuegos que
empecé y nunca pasé estaría ahí La
llamada de Cthulhu: Dark cornes to the earth (y lo voy a pasar, joder, por
mis cojones). Y algún día compraré Arkham
Horror o Eldrich Horror y venceré al
primigenio (la única vez que he jugado me convertí en profundito y fui
devorado).
Y algún día también haré públicas las
partidas de rol que escribo para el sistema Cultos
Innombrables o anécdotas de las partidas que ya dirigí de La Llamada de Chtulhu. O cuantas veces
he muerto en mi libro juego Solo contra la
Oscuridad (pero salvaré el mundo ahí también, joder, por mis cojones).
El asunto es que… en realidad son
contados con los dedos de las manos los relatos de Lovecraft que de verdad me
han cautivado. El resto me aburren. Y Las
montañas de la locura es de esos, tristemente.
Me encanta todo lo que es Herbert West: Reanimador, El alquimista me sorprendió, La sombra sobre Innsmouth es disfrutable. Pero en realidad la única obra
que me ha hecho sentir terror es El color que surgió del espacio (o El color que cayó del cielo, como
prefiráis), que me parece por mucho su mejor relato y es además la que más
veces he releído.
OJO: No he leído a todo lovecraft, y me
gustan muchos de sus cuentos (no voy a ponerme aquí a calificarlos todos, pero
ahí tenéis mi cuenta en Goodreads con
calificaciones), pero en general, de todo lo que he leído de Lovecraft, he
disfrutado menos de la mitad, como relatos, puesto que en lo que se refiere a
la construcción del universo… bueno, ya lo dije, me encanta.
Por desgracia, hasta dónde he llegado de
Las montañas de la locura no se
sostiene la obra en la historia sino más bien en la construcción de ese
universo, de esas criaturas. Se siente más como un Reporte que como una novela (y supongo que esa era toda la
intención). Pero la terminaré, Lovecraft es de esos autores de los que me
gustaría leer todo su trabajo (aunque también he dedicado más tiempo a leer
manuales de Rol de La Llamada de Cthulhu
que de sus propios relatos, irónico).
26. Entrevista con el vampiro de Anne Rice.
Seres Antropomorfos. Haced una
reverencia. Bueno, media reverencia. Estamos ante la novela que pudo haber sido
La primera novela. Ya dije, me molaba el tema de los vampiros y me
dejaron de tarea en 1ro de secundaria hacer el reporte de una novela de mi elección.
El problema es que mi velocidad de lectura en ese momento era muuuuuy lenta (ya
dije que Carrie de King la terminé en
un mes) así que la dejé para hacer un reporte de una antología de cuentos
(seleccionados por mí). Eso fue el fin de Entrevista
con el vampiro. Pero siempre me pregunto: ¿qué sería de mí como lector si
la hubiera terminado? No estoy seguro de querer terminarla, años más tarde
empecé a leer La reina de los condenados,
y después adquirí aversión por las sagas. En la actualidad, la terminaría sólo
por no dejarla así, vestida y alborotada.
27. Guía del autoestopista galáctico de Douglas Adams.
YO CREÍA QUE TERMINÉ ESTA NOVELA. Estaba
seguro de haberla terminado, fue culpa de otra novela del autor, la primera
sobre Dirk Gently que me puse a
releer algunos capítulos de Guía del
autoestopista galáctico y descubrí la verdad. Y maldigo lo que sea que me
haya impedido terminarla. Es muy buena, divertida, reía desde la primera
página. ¡Celebré el día de la Toalla un año! Lo volvería a celebrar si tuviera
amigos dispuestos a acompañarme. Tengo que terminarla, se lo merece. Hay que
enmendar errores. Y quitarme el mal sabor de boca que me dejó Dirk Gently.
28. Jimmy Corrigan de Sr. F. C. Ware.
El chico más inteligente del planeta.
Lovecraft ya abarcó mucho espacio así que seré directo. Abandoné esta novela
por culpa del formato. No se puede leer en digital, a menos que quieran estar
colocando el monitor de cabeza cada tantas páginas. Lo ideal sería conseguirla
en físico para poder terminarla.
29. La biblioteca de los muertos de Glenn Cooper.
De esos primeros años que empecé a leer,
cuando compraba libros sólo por comprarlos, cuando abrí mi correo con el nombre
de bibliomaniaco y me hacía llamar Bitter Gwinett. Sólo por tener el título
de La biblioteca de los muertos
sentía la obligación de leerla. De esta tengo mejores recuerdos: una serie de
asesinatos, un objeto metálico y el área 51, no-sé-que del diablo. No sé. En Goodreads tiene 4,16 así que quizá me
termino de convencer.
30. La conjura de los necios de John Kennedy Toole.
De esos años en que buscaba
recomendaciones, es otro de esos libros que siempre aparece en listas,
tanto por su historia como el trasfondo de la obra, el suicidio del autor y
eso. Y me estaba gustando, pero la versión digital que yo tenía en .pdf era
bastante ilegible. ¡Alabado sea el formato .epub! La terminó en
vacaciones.
***
¿Qué opinan?
¿Me odian por no terminar novelas que
cambiaron vuestra historia?
¿Estoy a tiempo de salvar mi alma
lectora? ¿O fue la mejor opción no terminar?
¿Y cuál es vuestra lista de libros que
abandonaron?
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