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"Eso no es antropología..." y otras necedades



Es una pregunta válida aunque bastante molesta ¿Qué es lo antropológico? Cuando te detienes a pensarlo te das cuenta de que nuestro conocimiento científico está lleno de preguntas que no se pueden responder en común acuerdo, sino únicamente desde tal o cuál perspectiva de estudio: ¿qué es cultura? ¿qué es identidad? ¿qué es lo simbólico? ¿cómo se configura la conducta humana? ¿cuál es la diferencia entre arte y cultura? ¿cuál es la diferencia entre conducta/comportamiento y cultura? ¿qué fue primero el huevo o la teoría*?

Claro que existen los diccionarios, pero en este campo abundan los artículos que cuestionan las concepciones y los usos. En ese sentido, no es novedad cuando lees que el título de una tesis de antropología es “La subcultura Otaku en Guadalajara”** (tema que me parece interesante) y escuchas a algún que otro oldschool decir que aquello “no es antropología”. Y es entonces cuando te preguntas: ¿Cuál es la frontera de mi campo de estudio? ¿Qué puedo estudiar y qué no? ¿Qué puedo llamar antropológico? ¿Y sí toda carrera es una limitación metodológica, de qué temas puedo hablar y de qué temas no?

Recreación del momento en que me hacía estas preguntas

La Licenciatura en Antropología de la Universidad de Guadalajara cuenta con cinco áreas de formación especializantes selectivas: Antropología social, Arqueología, Antropología física, Antropología lingüística y Antropología regional; además de una larga lista de materias optativas que pueden encajar en tal o cual especialización. Parte de ésta diversificación provoca que quienes buscan una especialidad en particular sientan que el material disponible y el enfoque no es suficiente. En lo personal no me molesta, creo que es la mejor opción; en lugar de que sea la carrera la que nos meta la especialización por el culo1, cada uno puede escoger qué le gusta más en el caso de querer especializarse.

Hay que entender, por otro lado, que la antropología mexicana tiene una historia que en la práctica es difícil ignorar: una pugna constante por su identidad2. Estuvo durante muchos años enlazada al proyecto del Estado-Nación y el indigenismo, que configuraba las formas y las intenciones de la práctica antropológica, manteniendo en las nuevas generaciones un constante ciclo (según C. Lomnitz) “maniaco-depresivo de descubrimiento y desilusión”3.

Al hablar de la crisis que enfrenta la antropología a este respecto, dice Medina:
«…para los antropólogos mexicanos ha sido la historia y la cultura de los indios mexicanos el centro de su reflexión teórica, sólo que la cuestión tiene implicaciones históricas e ideológicas que afectan a los propios antropólogos.»4

Cuando la generación de conocimiento se detiene es cuando no se quiere atender a la realidad, nuestra realidad: “…el conocimiento científico es resultado de la actividad de individuos y grupos concretos”5. Esto quiere decir que nos enfrentamos al surgimiento de nuevos fenómenos, nuevos grupos, nuevas variantes y transformaciones de lo cotidiano. Aquí es donde vuelve a surgir la pregunta: ¿Qué es lo antropológico?

Me gustaría tener la respuesta, pero esto es un blog, un espacio de subjetividades, una alternativa a la publicación académica, un espacio virtual de reflexión y la categoría donde esto está siendo publicado es la que está reservabada, como ya lo he dicho antes, para mis desvaríos. Así que mi respuesta es: ¡Chingen a su put…!

La responsabilidad como… voy a decir «profecionales», no está limitada en cuanto a lo que sabemos. Por supuesto que no podemos abordar un campo desconocido, pero no porque “no nos pertenezca.” Debemos entender que el conocimiento no nace de la teoría sino de la práctica, y éste es aún más rico cuando se confrontan los campos de estudio desde una perspectiva distinta y/o alternativa. El desarrollo ya no sólo de la antropología sino de “nuestra antropología” debe determinarse en cuanto al continuo surgimiento de nuevos “fenómenos, áreas y configuraciones socioculturales”. Si se ignora esto, como señala Krotz, se corre el riesgo: “…de pasar por alto su heterogeneidad interna, sus fracturas y sus discontinuidades, y de no poder dar cuenta adecuadamente de la emergencia de situaciones nuevas.” Por supuesto que el cambio no implica abandonar otras prácticas, aquí hablo en función de todas las veces que he escuchado a un profesor rechazar un tema, una tesis, una investigación o un trabajo final con la frase “eso no es antropología”, ignorando la diversificación de nuestro campo de estudio6.

Entonces, sí. Nuestro conocimiento es una frontera, pero no un muro y la mejor forma de hacerle frente es conociendo nuestros límites, identificar nuestras carencias, y complementarlas con otros saberes. La clave, quiero creer, es no detenernos.

Gracias por leer hasta aquí.

Nimrod C.
Bastardo Antropomorfo.


____________________
* Esto es un tráiler de otra cosa que estoy escribiendo… ¡BOO!

** Y que por otro lado, esta corresponde a una de las primeras tesis de la Licenciatura en Antropología (2012), disponibles en la Biblioteca de CUCSH, elaborada por Dassaev García Huerta. Director de Tesis: Nicolás Rey. Esto también es una especie de tráiler… ¡AAUG!

1 Dicho esto, yo soy de los que alegan que el curso Cartografía y fundamentos de los sistemas de información geográfica debería de ser especializante de Arqueología y/o Antropología Regional, no Obligatoria… pero bueno, ya la terminé.

2 Al respecto de esto, Esteban Krotz en su trabajo La antropología mexicana y su búsqueda permanente de identidad señala:
«… se notará que la identidad de esta disciplina científica y práctica profesional se encuentra profundamente enraizada en la búsqueda de la identidad de la nación mexicana misma.»
«…el Estado Nacional sigue siendo el más inmediato organizador de la actividad antropológica. Su papel es matizado de acuerdo con su pertenencia al ámbito de los países centrales o de los países periféricos y también de acuerdo con su matriz histórico-cultural-lingüística general. En la medida en que el Estado Nacional con su peculiar tendencia hacia la homogenización de aspectos clave de la vida dirige la legitimación del orden social vigente, también acota y en ocasiones interviene directamente en la generación del conocimiento llamado científico.»

3 Descubrimiento y desilusión en la antropología mexicana, de Claudio Lomnitz.

4 Crisis de la antropología y antropología de la crisis: la perspectiva mexicana, de Andrés Medina.

5 La antropología mexicana y su búsqueda permanente de identidad, de Esteban Krotz.

6 Krotz, ibíd:
«Cabe agregar que el campo empírico en el que se desenvuelven todas las ciencias sociales es constantemente cambiante. En la antropología esta experiencia es tan fuerte que se ha convertido en una de las causas de las cíclicas “crisis” de la disciplina, ya que cada cierto tiempo sus practicantes se asustan por la inminente “desaparición” de fenómenos a los que sus antecesores y los autores clásicos se habían dedicado.»


COMO CITAR:
Cortés Flores, N. M. (2016). ““Eso no es antropología…” y otras necedades”. En: Cuaderno Antropomorfo; apuntes de un bastardo, con forma humana. [Blog]. México.
URL: www.nimantropomorfo.blogspot.mx

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