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Interpretación cultural de un chiste: Caso 31 Minutos.

   Querido Diario.

Como buen ente nostálgico me encontraba escuchando canciones de 31 minutos, programa que marcó parte de mi infancia y que suele amenizar mis depresivas tardes; seleccioné la canción Nunca me he sacado un 7, de Michael Astudillo Jr., que despertó ese bastardo antropológico dentro mío que no puede pasar un día sin sobre-analizar nimiedades.



¿Alguna vez has examinado el sentido de un chiste? Pues bien, siempre creí que la gracia de la canción radicaba en el hecho de que Astudillo nunca había sacado, siquiera, la calificación mínima para aprobar el curso. Esto debido a que en México, la calificación va de 5 a 10 (o así era en mis tiempos), siendo el 7 una calificación “promedio” de quién a duras penas logra aprobar el curso. Pues resulta que no. En chile, la calificación más alta es 7. Esto, pienso, le da al enunciado “nunca un 7 me voy a sacar”, un sentido distinto en México al de Chile.

¿Es más o menos gracioso? Pues no estoy seguro, para mí era mucho más gracioso pensar que Astudillo Jr. (dentro de una escala que va desde: regular, bueno, muy bueno y excelente) se esforzaba por conseguir un “regular” pero ahora resulta que quería un “excelente”, lo que quiere decir que después de todo es un poco ñoño, y también estaba en juego el asunto de la identificación, nunca he sido un alumno de “excelentes”, aún ahora. Eso sí, baila mejor que yo.  De todas formas la canción sigue siendo graciosa.


Sin mencionar que estoy escribiendo esta tontería teniendo ensayos finales que entregar la próxima semana… c’est la vie.

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